Por fe sabemos que nuestros primeros padres fueron creados no solo con los dones propios de la naturaleza humana, sino que fueron hechos partícipes de la naturaleza divina, a través de la gracia santificante y la inhabitación del Espíritu Santo en sus almas. Por esto, cuando Satanás les ofreció «seréis como dioses», les estaba ofreciendo algo que, en realidad, ya tenían.
«La filosofía se ha vuelto loca» (Ariel, 2019), del profesor de Filosofía Contemporánea de la Universidad de París Jean-François Braunstein explora tres corrientes del pensamiento actual «peligrosamente populares»: los delirios sobre el género, el animalismo y la eutanasia.
Aborto, divorcio, uniones civiles, leyes contra la homofobia… no hay nada que hacer: los católicos se han abonado a la derrota.
¿Por qué? ¿Es posible que no puedan conseguir ni siquiera una victoria?
Stelarc –un artista de performance que actualmente habita el cuerpo de un hombre chipriota-australiano de 74 años– cree que «el cuerpo humano, tal y como lo conocemos ahora, es obsoleto».
La nueva ley de bioética acepta el trasplante de células humanas a animales y Jean-Louis Touraine se limita a subrayar que lo contrario no ha sido autorizado, aún no: el trasplante de células animales a un ser humano.
Resurge periódicamente la polémica sobre si el derecho preferente de educar a los niños y a los jóvenes corresponde a los padres o al Estado. No es un tema nuevo ni una ocurrencia de última hora, sino que es manifestación de una filosofía de la vida social, de la relación entre individuo y Estado, de los fines de la vida humana y de la naturaleza misma.
Una de las características más singu R, «El matrimonio natural y el matrimonio sacramental.
Naturaleza y gracia en el matrimonio». Sobre lalares del mundo contemporáneo son las diferencias, que se dan entre aquello que decimos que pensamos o presentamos como nuestra opinión y lo que realmente está más profundamente arraigado en nuestro modo de pensar y que se manifiesta en juicios y conductas de la vida cotidiana.
El pensamiento postmoderno ha emprendido como no se había hecho antes, la crítica más revolucionaria a la noción de naturaleza. Como ejemplo de pensamiento artificialista, no naturalista, en el plano de la filosofía política encuentra
el filósofo francés Rosset 1 a Maquiavelo y a Hobbes.
Nunca debemos olvidar que nosotros no hemos de cumplir nuestra propia voluntad, sino la de Dios, tal como el Señor nos mandó pedir en nuestra oración cotidiana. ¡Qué contrasentido y qué desviación es no someterse inmediatamente al imperio de la…
Con gusto hago esta reseña bibliográfica del libro Aprender a mirar para aprender a vivir del profesor Santiago Arellano Hernández, al que nos une una verdadera amistad desde los jóvenes años de la Universidad. El subtítulo es Memorias de un…