Desde mediados de noviembre Francia se ha visto sacudida por una serie de movilizaciones, cada vez más numerosas y violentas, protagonizadas por manifestantes portando el chaleco reflector amarillo que están obligados a tener todos los conductores en sus coches. Si…
Autor: Gerardo Manresa Presas
«Se sentará en el templo de Dios, mostrándose como si fuera Dios»
Es indudable que quien considere todo esto tendrá que admitir de plano que esta perversión de las almas es como una muestra, como el prólogo de los males que debemos esperar en el fin de los tiempos; o incluso pensará…
Razón del número
«San Pío de Pietrelcina, otro Cristo entre nosotros»
Francisco Forgione (1887-1968) nació en Pietrelcina, una pequeña aldea pobre en el sur de Italia, en el seno de una familia humilde de agricultores. Desde su nacimiento, fue encomendado a san Francisco de Asís, su patrón. Fue bautizado y recibió la primera comunión en Pietrelcina. Desde muy pequeño, demostró ser un niño con una profunda vida interior, pasando largas horas delante del Santísimo.
La santa Misa, unión sagrada con la Pasión de Jesús
¡Jesús, perdóname si no sé sufrir cuanto debiera!
Un vínculo especial de amor con el Niño Jesús
Devoto de la Santísima Virgen María y del rezo diario de varios rosarios, el santo de los estigmas, Padre Pío, tenía también un vínculo de amor con Jesús Niño, que cuidaba con celo…evitando incluso que se hicieran públicos algunos eventos extraordinarios que ocurrían mientras se le veía en compañía del Hijo de Dios.
San Pío de Pietrelcina, «mártir» del confesionario*
La figura del Padre Pío ha sido conocida mundialmente, fallecido con universal fama de santidad en San Giovanni Rotondo; un humilde sacerdote capuchino que cada día «confesaba de la mañana a la noche», siendo calificado por algunos de sus biógrafos como «mártir del confesionario», puesto que dedicó buena parte de su vida pastoral al ministerio de la reconciliación.
«Con el Rosario se ganan batallas»
Un verdadero retrato del Padre Pío estaría incompleto si no habláramos de su devoción y dependencia filial a la Santísima Virgen. De hecho, el pilar de su vida fue desde siempre la Virgen, su Madonna querida. Ella fue su soporte, su consuelo, su refugio. En su larga vida apareció siempre la figura de la Virgen, en sus años de la infancia como madre tranquilizadora y en las horas más oscuras de su vida como aliada en el combate.