La tentación de la Iglesia

Manuel Bustos, desde las páginas del Diario de Cádiz, resume algunas de las tentaciones a las que se enfrenta hoy la Iglesia que haríamos bien en tener en cuenta:
«Ante la situación descrita [secularización y crisis postconciliar], se ha venido acrecentando en la Iglesia un deseo de ruptura, antes minoritario, a veces inconsciente, con la tradición de la propia Iglesia y sus enseñanzas, cuyos seguidores han intentado fundamentar en el llamado espíritu del Concilio, nunca definido, y en la necesidad de apertura a los tiempos modernos y al hombre de hoy. Ello conlleva transformaciones profundas que afectan a todos los ámbitos eclesiales.
Los cambios, inicialmente, no son nuevos: se han introducido en algunas iglesias protestantes, sin que hayan podido evitar la sangría de fieles. Y en la católica, un número variable de laicos, pertenecientes
en su mayor parte a las generaciones jóvenes, se agrupan en torno de iglesias más fieles a la tradición. Pero tanto la cultura dominante, como la buena acogida en los medios que producen dichos cambios, animan a seguir en la dirección contraria a ésta. Inasequibles al desaliento, a sus promotores eclesiales poco parece importarles tales deserciones, que justifi can como un paso necesario para una Iglesia más madura, aunque minoritaria. Es evidente que una actitud receptiva a las posiciones de la cultura dominante resulta más segura y cómoda para los responsables eclesiales y los fieles,al poder ser mejor aceptados socialmente, aunque sea a costa de silenciar o renunciar a contenidos fundamentales de la fe y de las enseñanzas de la Iglesia. La tentación de capitulación es, por lo tanto, muy fuerte, a pesar de la profunda crisis de la cultura a la que se pretende dirigir la asimilación».