El presidente estadounidense Joe Biden se lanza a una «cruzada» a favor del aborto y la ideología de género

Con unos niveles de popularidad que alcanzan mínimos históricos y un desempeño en su labor muy pobre, Biden ha decidido acelerar en su agresiva promoción del aborto y la ideología de género.
En una declaración el pasado 22 de enero, día que marca el aniversario de la sentencia Roe contra Wade, la histórica decisión que en 1973 legalizó el aborto en Estados Unidos, Biden se comprometió a defender el mal llamado derecho al aborto «con todas las herramientas que poseemos» y reafirmó su voluntad de que esté disponible de forma generalizada.
Asimismo, la administración Biden ha introducido nuevas directrices para los programas educativos en el extranjero que explicitan que deben evitarse los términos «madre» y «padre» al ser considerados supuestamente «ofensivos». Estas nuevas directrices se basan en el documento de estrategia de la era de Obama Visión para la Acción LGBT, que esbozó la estrategia de USAID1, la agencia norteamericana para la ayuda exterior, para promover la homosexualidad y la ideología transgénero a través de su influencia en todo el mundo.
El nuevo documento ofrece «mejores prácticas» para la «inclusión en la educación» del colectivo LGBT, que incluyen la prohibición del uso de términos «ofensivos e inapropiados», como «madre» y «padre», la eliminación de libros y contenidos «de los planes de estudio que estereotipen negativamente» a las personas que se identifican como LGBT y la promoción de «diversas orientaciones sexuales e identidades de género» en los planes de estudio de educación sexual y formación familiar. También se aconseja a las escuelas que se abstengan de aplicar códigos de vestimenta para los estudiantes que se basen estrictamente en una «comprensión binaria del género», lo que, según USAID, perjudica a los «estudiantes y educadores transgénero, de tercer género y no conformes».