España no conquistó América. España liberó América, de Marcelo Gullo

El historiador y profesor de relaciones internacionales argentino Marcelo Gullo ha sacudido el mundo intelectual al desmontar, sin complejos, el indigenismo antiespañol y anticatólico en boga. En una jugosa entrevista publicada en El Mundo, Gullo nos da algunas claves para comprender la situación actual: «España, sin darse cuenta, ha hecho suyo el negrolegendarismo, la historia de sí misma que le contaron sus enemigos. La izquierda la aceptó porque lo contrario le sonaba a franquismo. Y la derecha, porque aún se estaba sacando el carnet de demócrata. España aceptó esa leyenda, esa inmensa fake news inventada por el Imperio Británico como política de Estado, y la convirtió en hegemónica, también en Hispanoamérica.
España no conquistó América; España liberó América. Por eso, Hernán Cortés aglutinó a 110 naciones mexicanas que vivían oprimidas por la tiranía antropófaga de los aztecas y que lucharon con él. Por supuesto que la batalla de Tenochtitlán fue sangrienta. También lo fue la batalla de Berlín.
Los aztecas representaban al 10% de la población y su imperialismo ha sido el más atroz de la historia.
A los oprimidos no les quitaban la comida, como todos los imperios, sin o la carne humana. Luego la gente dice que qué admirables las pirámides aztecas… Eso es como decir que qué maravillosos los nazis que hicieron autopistas. Pedir perdón por liberar a los mexicanos de los aztecas es como pedir perdón por haber derrotado a los nazis.
El imperialismo de España no fue embrutecedor. España llenó América de miles de hospitales gratuitos
y de 410 universidades y, fundamentalmente, fundió su sangre. El hijo de Cortés fue mestizo y fue a la corte. ¿Dónde está el racismo ahí, dónde las políticas de exterminio? Humboldt, que odiaba todo lo que
tuviese que ver con España, llegó a la Ciudad de México y dijo que nunca había visto un sitio en el que se viviese como allí por el igualitarismo y la mezcla social que había. Respecto a la América de habla inglesa, no se puede sostener la comparación. Su política era decir que el mejor indio era el indio muerto. Y resulta que la conquista que pasó a la historia como asesina fue la española».