La Iglesia en Filipinas se consagrará a san José

La Iglesia en Filipinas está a punto de iniciar el año jubilar concedido por el papa Francisco con motivo del 500 aniversario de la llegada de la fe cristiana a ese país de manos de los exploradores y misioneros españoles, un tiempo de gracia que se extenderá desde el 4 de abril de 2021 hasta 22 de abril de 2022. Los obispos filipinos han pedido a los fi eles –que podrán recibir la indulgencia plenaria al peregrinar a una de las 537 iglesias repartidas por las 85 diócesis del país y cumplir las condiciones habituales de confesarse, recibir la Eucaristía y rezar por las intenciones del Papa– que recen especialmente «por la fidelidad del pueblo filipino a su vocación cristiana, por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas y por la defensa de la familia, concluyendo con la oración del Señor, la profesión de fe y una invocación a la santísima Virgen María».
Coincidiendo con el Año de san José proclamado por el Papa, uno de los actos previstos en este «tiempo de gracia» para Filipinas es la consagración de la nación al patrocinio de san José el 1 de mayo, festividad de san José Obrero. Monseñor Broderick Pabillo, administrador apostólico de Manila y
presidente de la Comisión Episcopal para los Laicos, es el encargado de organizar el acto, que vendrá precedido por una «preparación espiritual» de treinta y tres días. Con el fi n de dar la mayor difusión posible al mismo, se ha distribuido en todas las diócesis el libro Consagración a san José: las maravillas de nuestro padre espiritual de Marian Fr. Donald Calloway, MIC. En una videoconferencia con el padre
Calloway que tuvo lugar el pasado 13 de febrero, promovida por la Comisión Episcopal para los Laicos
para dialogar sobre «cómo hacer que el Año de san José sea significativo para la vida de los fi eles»,
el sacerdote estadounidense insistió en que la devoción a san José ayudará a «aumentar la propia virtud y santidad, porque eso es lo que hace un buen padre.
Conoceremos el consuelo de un padre tan bueno porque eso es lo que hizo por Jesús y María, y eso es lo que quiere hacer por nosotros también».