Un Premio Nobel de la Paz declara la guerra

Todo empezó en septiembre, cuando el gobierno etíope decidió posponer las elecciones. La región de Tigré, en el norte del país y fronteriza con Eritrea, decidió realizarlas y el Primer Ministro, Abiy Ahmed, las declaró ilegales. El pulso entre el Gobierno y el Frente de Liberación Popular Tigré, FLPT, continuó durante varias semanas hasta que el pasado 4 de noviembre Abiy Ahmed acusó al FLPT de atacar y ocupar una base militar en Mekele, la capital de la región, y anunció una ofensiva militar.
Sin embargo, las tensiones entre el FLPT y el gobierno se remontan a 2018, cuando Abiy se convirtió
en Primer Ministro. El nuevo gobierno prescindió de muchos miembros del FLPT, que había sido el partido político dominante durante décadas a pesar de que Tigré representa tan sólo el 6% de la población del país. Luego, en 2019, Abiy decidió fusionar los partidos de base étnica de la coalición de gobierno en un solo partido, el Partido de la Prosperidad. El FLPT se opuso a la reforma, que consideraba una estratagema para desmantelar la estructura federal del país, y se negó a unirse al PP.
La paz firmada con Eritrea, que le valió a Abiy el Premio Nobel, también fue considerada como una
ofensa por los líderes del FLPT porque Tigré tiene una larga disputa territorial con el gobierno de Eritrea,
que el acuerdo de paz ignoró. Desde el comienzo de los enfrentamientos armados entre las tropas federales y las tropas tigrayanos ya se han registrado centenares de muertes entre la población civil y decenas de miles de personas han huido a otras regiones del país y al vecino Sudán, donde el 11 de noviembre ya había 6.000 refugiados y las autoridades se preparaban para la llegada de al menos otros 200.000.
Un salto cualitativo en el conflicto tuvo lugar en la noche del 14 al 15 de noviembre, cuando desde
Tigré se lanzaron cohetes contra Eritrea, que impactaron cerca del aeropuerto de la capital, Asmara.
En los días anteriores, el FLPT había declarado que sus tropas luchaban con 16 divisiones del ejército
eritreo que habían entrado en Etiopía para ayudar a las fuerzas federales.
Una vez más nos encontramos con una terrible guerra en África que tiene como trasfondo el tribalismo
étnico y el control de los recursos económicos del Estado. Mientras que muchos analistas siguen atribuyendo los problemas del continente africano a fuerzas externas o a factores incontrolables, la realidad es diferente, tal y como refleja el Índice Ibrahim 2020 elaborado por la Fundación etíope Mo Ibrahim. En base a los datos correspondientes a 2019, en el informe se indica, por primera vez desde 2010, un empeoramiento de la situación general en comparación con el año anterior, debido principalmente a los resultados negativos en tres categorías de indicadores: participación y derechos; seguridad y legalidad; y desarrollo humano, que ensombrecen el crecimiento económico que
experimenta el continente (un desarrollo económico que hace incluso más tentador el acceso político al
mismo). Sobre el prestigio del Nobel de la Paz, tras la elección de Al Gore en 2007 y de Barack Obama
en 2009, ambos responsables del inicio de varias guerras, poco más puede añadirse.