La verdad sobre el bloqueo húngaro y polaco al fondo de recuperación

La noticia saltó a las portadas de todos los periódicos: Hungría y Polonia bloquean el urgente y tan necesario fondo de recuperación económica europeo para superar los efectos del coronavirus.
¿El motivo? Según la aplastante mayoría de los medios, ambos países se oponen a que estos fondos
se condicionen al respeto al Estado de Derecho. Pero lo cierto es que la realidad es ligeramente diferente
y la clave es qué se entiende por Estado de Derecho. Si por Estado de Derecho se entiende respeto a
la Ley, jueces independientes, igualdad ante la Ley y que toda decisión de los órganos de gobierno esté
sujeta a procedimientos regulados por ley, entonces Hungría y Polonia son Estados de Derecho plenos.
El problema es lo que entiende la Unión Europea por Estado de Derecho, pues el concepto que defiende es diferente, algo que ya se puede adivinar cuando afirma que los fondos se vincularán no solamente
al «Estado de Derecho», sino al mucho más elástico respeto por los «valores democráticos».
Para entender a qué se refieren cuando hablan de Estado de Derecho o de valores democráticos puede
ayudarnos revisar el Informe Sargentini contra Hungría aprobado por el Parlamento Europeo en julio
de 2018 y el Informe López Aguilar contra Polonia aprobado también por el Parlamento Europeo el pasado mes de julio de 2020. En ambos informes se utiliza el concepto «Estado de Derecho» para imponer a esos países la aceptación del aborto y la ideología de género.
Así, el Informe Sargentini criticaba a Hungría afirmando que «la definición de “familia” en la Constitución húngara como “matrimonio y relaciones entre progenitores e hijos” está desfasada y se basa en creencias conservadoras».
En el Informe López Aguilar contra Polonia, redactado por el exministro español socialista, se critica la legislación que se ha ido desarrollando en ese país para proteger la vida prenatal, exigiendo a Polonia «que se abstenga de ulteriores intentos de restringir la salud y los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres», en referencia al aborto, al tiempo que también critica la iniciativa polaca «Stop Pedofili» contra la promoción de las relaciones sexuales con menores.
¿Estado de Derecho? ¿Valores democráticos? En realidad lo que Hungría y Polonia rechazan es  condicionar los fondos de recuperación a la aceptación del aborto y la ideología de género.