Sexualidad adulta para niños y adolescencia para adultos

Escribe Nicole M. King en Salvo Magazine sobre un fenómeno que vuelve a demostrar, por si fuera necesario, que nuestro mundo vive sumido en la confusión yen la contradicción. En concreto, señala una de las contradicciones más flagrantes en el modo de abordar la sexualidad más extendido en Occidente, que trata a los niños como adultos y a los adultos como adolescentes. En referencia al caso del uso político de un niño de 9 años que se declaraba homosexual durante un mitin, King escribe: «Lo que debería ser verdaderamente inquietante es lo que esto nos dice sobre la sexualización de los niños en la sociedad americana moderna. ¿Puede un niño de 9 años saber lo suficiente sobre sí mismo para declarar, inequívocamente, desde un escenario, que sólo le atraen otros hombres? (…). Otro ejemplo de nuestra sexualización de los niños es proporcionarles anticonceptivos: 21 estados permiten que a las niñas menores de edad seles implante un anticonceptivo de larga duración (generalmente un dispositivo intrauterino o DIU) sin el consentimiento de sus padres, y muchas escuelas también reparten anticonceptivos de otro tipo sin el conocimiento de los padres. Decimos, por un lado, que el sexo es algo serio, que debemos tener cuidado, que el consentimiento es crucial, etc. Y sin embargo damos a los niños potentes medicamentos y dispositivos hormonales y también les damos información confusa, diciéndoles que pueden o no ser un niño o una niña, y que pueden o no sentirse atraídos por un sexo u otro. Todo es maleable. Irónicamente, al mismo tiempo que impulsamos la identidad sexual y de género en los niños también estamos viendo cada vez más adultos que se identifican como niños. Un concepto popular hoy en día es el de “edad adulta emergente”, lo que la profesora de psicología Nancy Darlingllama “la etapa de la vida de los veinteañeros”. Suena divertido, ¿verdad? Darling también señala: “Los adultos emergentes usan los servicios de salud mental con mayor intensidad que sus mayores. Tienen más trastornos de humor, mayor ansiedad y mayores tasas de consumo de drogas”. Nuestro prolongado período de pre-edad adulta no nos hace más felices.[…] Imponemos opciones sexuales adultas a los niños. Y nos negamos a asumir las responsabilidades propias de los adultos, permaneciendo como niños durante más tiempo… Es horade volver a un mundo en el que los adultos son adultos y actúan como adultos, y dar un paso adelante para proteger el derecho de un niño a ser un niño»