Multitudinarias procesiones en Hispanoamérica

La Iglesia siempre ha alentado la celebración de procesiones como signos de su condición de Pueblo de Dios en camino que, con Cristo y detrás de Cristo, marcha por los caminos de la ciudad terrena hacia la Jerusalén celestial; signos también del testimonio de fe que la comunidad cristiana debe dar de su Señor en medio de la sociedad civil; y signo, finalmente, de su tarea misionera, que desde los comienzos, según el mandato del Señor, está en marcha para anunciar por las calles del mundo el Evangelio de la salvación. Por ello no es de extrañar que la devoción popular multiplique estas manifestaciones de fe cristiana durante todo el año.
Así por ejemplo, más de cuarenta mil jóvenes se reunían los pasados 28 y 29 de enero en el cerro del Cubilete (Guanajuato-Méjico) en la 34ª edición de una peregrinación que anualmente les congrega a los pies de Cristo Rey. Este año la peregrinación ha estado acompañada por las reliquias de primer grado de san José Sánchez del Río y ha tenido como lema «Por mi fe doy la vida por México». Miles de voces gritando «¡Viva Cristo Rey!», como respuesta a las palabras de monseñor Franco Coppola, nuncio apostólico en Méjico, tras su intervención en la misa central de la peregrinación, nos puede dar una idea del ambiente con que se vivió ese fin de semana en el santuario.
Dos días después, el 31 de enero, tenía lugar en Panamá la multitudinaria procesión en honor a san Juan Bosco que cada año tiene como centro la basílica menor dedicada al fundador salesiano y que constituye una de las manifestaciones de fe cristiana más importantes de ese país. Las sucesivas celebraciones eucarísticas en el templo, que comenzaron a las 6 de la mañana y se prolongaron hasta las 7 de la noche, marcaron el ritmo a los fieles que se acercaban para solicitar la intercesión de este santo, tan querido en ese país, y que este año pudieron hacerlo frente a las reliquias llegadas desde Turín para quedarse ya en el futuro en dicha basílica.
También en Venezuela tiene lugar durante el mes de enero la procesión mariana más grande del mundo. Cada año, millones de venezolanos se reúnen el 14 de enero en Barquisimeto (Lara-Venezuela) alrededor de su «Divina Pastora» en un acto de amor y fe en honor a la excelsa patrona de los larenses.