Próxima celebración del «Sacro y Gran Sínodo pan-ortodoxo»

Tras cincuenta años de durísimas negociaciones entre los diferentes patriarcados, los líderes de las Iglesias ortodoxas lograron en 2014 un acuerdo histórico en Estambul: convocar, de forma oficial y conjunta, el «Sacro y Gran Sínodo pan-ortodoxo» para el año 2016, el primero en más de mil años (desde el cisma por el que se separaron de Roma).
Actualmente existen catorce Iglesias ortodoxas autocéfalas, de Constantinopla (definido como «Iglesia madre»), de Alejandría, de Antioquía, de Jerusalén, rusa, georgiana, serbia, rumana, búlgara, chipriota, helénica, polaca, albanesa y checa-eslovaca; y algunos reconocen también a la de América) y diversas Iglesias autónomas dependientes de los patriarcados de Constantinopla, de Jerusalén, de Moscú y de Bucarest.
El pasado mes de enero los primados de las Iglesias ortodoxas autocéfalas reunidos en el Centro Ortodoxo de Chambésy (Ginebra) por invitación del patriarca ecuménico Bartolomé pusieron fecha al Sínodo (16 al 27 de junio) y definieron los textos, el reglamento y el funcionamiento de dicho encuentro, que inicialmente se iba a celebrar en la antigua catedral de Santa Irene, en Estambul, pero que ha sido trasladado a la isla griega de Creta, bajo la jurisdicción eclesiástica del Patriarcado de Constantinopla, a causa de las tensiones internacionales entre Turquía y Rusia. En el comunicado final se enumeran los temas, aprobados oficialmente, que formarán parte de la agenda del Sínodo: la diáspora ortodoxa, la misión de la Iglesia ortodoxa en el mundo contemporáneo, el sacramento del matrimonio y sus impedimentos, la importancia del ayuno y su observancia hoy y las relaciones de las Iglesias ortodoxas con otras confesiones cristianas. También se ha autorizado la participación de observadores no ortodoxos durante las sesiones de apertura y cierre del Sínodo y han decidido crear una secretaría pan-ortodoxa. Finalmente, los primados de las Iglesias ortodoxas han expresado su apoyo a los cristianos perseguidos en Oriente Medio y su preocupación constante por los dos metropolitas de Alepo –el greco-ortodoxo Boulos Yazigi y el siro-ortodoxo Mar Gregorios Yohanna Ibrahim– secuestrados en abril de 2013.